lunes, 10 de diciembre de 2012

EL HOMBRE DE PECADO

Parte de la carta del Apóstol Pablo a los Tesalonicenses (II de Tesalonicenses 2:1-12)
Respecto a la venida del Señor
Y ahora, ¿qué del retorno de nuestro Señor Jesucristo y de nuestro encuentro con Él?
No se alteren ni se turben, hermanos, si llega a sus oídos el rumor de que el día del Señor ya llegó. 
Si oyen hablar de individuos que han tenido visiones o que han recibido mensajes de Dios acerca de esto, o si les hablan de alguna que otra carta que podamos haber enviado al respecto, no lo crean.

 No se dejen engañar, porque ese día no llegará hasta que dos cosas sucedan: primero habrá un período de rebelión extrema contra Dios, y entonces se manifestará el hombre de pecado, el hijo del infierno, el adversario de todo lo que se llama Dios o es objeto de culto. 
Este personaje se atreverá a ir y sentarse en el Templo de Dios y hacerse pasar por Dios.
Manifestación del hombre de pecado
¿No se acuerdan ustedes que les hablé de esto cuando estuve allá? 
Como recordarán también les dije que hay un poder que impide que ya esté aquí, y que no le permitirá venir hasta su debido tiempo.

La obra que va a llevar a cabo ya se está desarrollando, pero el hombre de pecado mismo no podrá venir hasta que lo que le detiene sea quitado de en medio. 
Entonces aparecerá aquel inicuo, pero el Señor lo consumirá con el soplo de su boca y lo destruirá con el resplandor de su venida.

Este hombre de pecado será instrumento de Satanás, y vendrá tan lleno de poder satánico que podrá engañar con extrañas manifestaciones y falsos milagros.
Engañará por completo a los que marchan camino del infierno por haber dicho “no” a la Verdad, por haberse negado a creerla y amarla, lo cual los habría salvado.
Dios les dejará creer de corazón aquellas mentiras, y luego los condenará por no haber creído a la Verdad y por haberse deleitado en el pecado.

Versión: La Biblia al Día, 1979
Sociedad Bíblica Internacional


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