Posted: 09
Sep 2012 09:21 PM PDT
Durante los últimos meses hemos sido
inundados con preguntas acerca de la elección presidencial. Todas ellas han
expresado un gran sentido de frustración acerca de la elección a la cual nos
enfrentamos. Y eso es comprensible si tenemos en cuenta el hecho de que ninguno
de los candidatos principales es cristiano.
Mitt Romney
Mitt Romney ciertamente no es un
cristiano. Ha sido espiritualmente engañado a dar su corazón a una falsa
religión que se enmascara como cristiana.
Desde su fundación en la década de 1830,
la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (los mormones) ha
tomado la posición de que es la única iglesia verdadera y que todo el resto de
la cristiandad, tanto católico como protestante, es apóstata.
Los mormones enseñan y predican a un falso
Jesús que no es Dios en la carne. En cambio, es presentado como uno de miles de
dioses subordinados que fueron creados por el súper dios de este planeta, quien
es un hombre exaltado.
Los mormones niegan así el concepto
trinitario de Dios que está revelado en las Escrituras. Rechazan la verdad que
Jesús era Dios en la carne y consideran que es Espíritu Santo es una fuerza
impersonal.
Los mormones enseñan la salvación por
buenas obras, en contradicción directa a la enseñanza de la Biblia que la
salvación es por gracia por medio de la fe y no por obras (Efesios 2:8-10). Y
los mormones enseñan que sus más fieles seguidores se convertirán ellos mismos
en dioses con sus propios planetas para poblar y gobernar. En resumen, los
mormones son politeístas.
De esta forma, el mormonismo presenta
“otro evangelio” que es ajeno al Evangelio de la Biblia. Y el apóstol Pablo
declaró que todos los evangelios no bíblicos son un anatema y que aquellos
quienes los proclaman deben “caer bajo maldición” (Gálatas 1:8-9).
Barack Obama
El Presidente Barack Obama tampoco es un
cristiano, a pesar de sus pretensiones de serlo. Demostré esto de forma
concluyente en la tercera edición de mi libro, ¿América la Hermosa? (2009).
En una entrevista que concedió en el 2004,
Obama declaró sin rodeos: “Creo que hay muchos caminos al mismo lugar [el
Cielo]”. Por el contrario, Jesús dijo que sólo había uno y que Él lo era (Juan
14:6).
Cuando a Obama se le preguntó: “¿Quién es
Jesús para usted?”, él respondió que Jesús era una “figura histórica”, “un
puente entre Dios y el Hombre” y un “maestro maravilloso”. No hubo ninguna
expresión de Jesús como Dios en la carne, el Salvador que murió por nuestros
pecados.
Obama sorprendió a su entrevistador al
decir que había una cosa en particular acerca del Cristianismo con la que tenía
dificultades para afrontar – ¡y era la tendencia de muchos cristianos a
participar en el evangelismo! Dijo que creía que el deseo de hacer proselitismo
estaba basado en una creencia de que si “la gente no ha aceptado a Jesucristo
como su Salvador personal, van a ir al infierno”. Obama obviamente nunca ha
oído hablar de la Gran Comisión de Jesús de predicar el Evangelio a todo el
mundo (Marcos 16:15-16).
Debido a comentarios muy poco ortodoxos
como éste acerca del Cristianismo y a su obvio entusiasmo por el Islam, muchos
han concluido que Obama es un musulmán de closet. Yo no lo creo. Basado en sus
declaraciones y políticas, he llegado a la conclusión de que Obama es un
clásico Humanista, lo que significa que él es una persona que cree en la bondad
esencial del Hombre y en su habilidad para lograr la realización por su cuenta
a través del poder de la razón.
Juicios Correctivos
Uno de los puntos principales que hice en
mi libro, ¿América la Hermosa?, es que cuando una nación bendecida por Dios le
vuelve su espalda a su Benefactor, Dios pondrá juicios correctivos sobre la
nación con el fin de llamarla al arrepentimiento. Y uno de esos juicios puede
ser el de dar a la nación a la clase de líderes que merece.
Ése fue ciertamente el caso en el 2008
cuando Barack Obama fue elegido presidente.
El continuo juicio de Dios sobre nuestra
nación se puede ver en la elección para Presidente que ahora se nos presenta.
Por primera vez en la historia de los Estados Unidos, ninguno de los candidatos
es un cristiano.
Una Clara Elección
Pero a pesar de ese hecho, nos encontramos
ante una verdadera elección. No es una cuestión de Tweedledee and
Tweedledum.
Por un lado, tenemos a un candidato que es
un mormón no cristiano. Él cree en los valores familiares y morales
tradicionales, respeta la herencia de Estados Unidos, apoya a Israel, reconoce
al Islam como enemigo de nuestra nación y cree en el Capitalismo.
Por el otro lado, tenemos a un candidato
que es un Humanista no cristiano. Él rechaza los valores familiares y morales
tradicionales, desprecia la herencia de nuestra nación, desprecia a Israel, ama
al Islam y cree en el Socialismo.
La elección no es la ideal. Pero hay una
opción clara.
Qué Dios tenga misericordia de nuestra nación
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